Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez

Capítulo 513



Capítulo 513 

Y además, si salir barriendo es algo que vendrá después, pero apenas Cloé regrese, el patrimonio de la familia Monroy, ella tendria que ceder al menos la mitad. 

¡Pero todo eso era suyo! 

¿Por qué esa desgraciada de Cloé tenía derecho a arrebatárselo? 

Lorena la miró resignada, “¿Ahora te entra el miedo?” 

“¿Y tú no tienes miedo?” 

“¿De qué sirve tenerlo?” 

En los ojos de Lorena brilló una chispa de astucia, como si ya tuviera un plan en mente, “Solo sigue mis instrucciones y te prometo que, al final, no solo no recibirás menos, sino que obtendrás mucho más.” Abril, confundida, preguntó, “¿Más?” 

¿Cómo podría ser más? 

Los labios de Lorena esbozaron una sonrisa de quien tiene un as bajo la manga, hasta las arrugas de sus ojos parecían esconder un plan, “Pronto lo descubrirás.” 

Abril se tranquilizó, “¿Ya tienes todo arreglado?” 

¿Y sobre el asilo… aún hay que arreglar algo por ahí?” 

“¡No hace falta!” 

Lorena le sirvió otra taza de té y se la entregó, “¿Para qué te pones así por algo tan insignificante? Aplastaste a alguien en tu enojo, eso es lo de menos, pero ¿y si él se enfurece y te hace daño, qué harás?” 

Abril tomó un sorbo de té y sonrió con arrogancia, “¡Pero si estoy en mi propia casa!” 

“¡Al menos tienes algo de sentido común!” 

Lorena se tranquilizó y advirtió, “Deja de buscar cómo conseguir una invitación para la fiesta de celebración. ¿Entendido? ¡Qué vergüenza!” 

“Sí, mamá, haré lo que tú digas.” 

Abril asintió dócilmente. 

Si realmente no podía conseguir la invitación, pues no iría y ya. Se quedaría fuera, consiguiendo una foto con Rosa, y eso sería suficiente para que los demás la alabaran. Content © NôvelDrama.Org 2024.

Además, no podía creer que Rosa realmente fuera a avergonzar a la familia Monroy. 

Probablemente solo era que aún no había revisado bien la lista de invitados y por eso recibió la invitación más tarde que los demás. 

Jennie bajó de un coche con un sobre cifrado en la mano, pasó el reconocimiento facial y entró rápidamente a la casa de Rosa. 

Dentro del sobre estaba el informe de ADN que Rosa había estado esperando días. 

Rosa acababa de terminar su rutina matutina de ejercicio y, después de ducharse, bajó y vio a Jennie ya sentada en el sofá, lanzando una mirada aguda hacia el sobre sobre la mesa. 

“¿Lo conseguiste?” 

“Si, aún no lo he abierto.” 

Jennie le pasó el sobre. Miralo misma. 

Ambas estaban nerviosas, pero cuando Rosa lo abrió, miró directamente los resultados sin vacilar. 

Después de leerlo, le pasó el informe a Jennie, su rostro, normalmente encantador, mostraba una seriedad sombría, “Jennie, investiga. Quiero saber con quién se encontró Salomé Yáñez antes de conocemos. No dejes pasar ni un detalle.” 

¡Esto no era algo que una muchacha pudiera hacer por sí sola! 

Queria saber quién tenía tanto alcance. 

Al escuchar esto, Jennie asintió firmemente, “Voy a investigar.” 

Dudó por un momento, “¿Detenemos el reality de Salomé ahora mismo?” 

No,” 

Rosa sonrió, tomando el cuenco de nido de golondrina que le habían traído, y comenzó a disfrutarlo lentamente, “Si le gusta tanto participar en realities, dejemos que se divierta.” 

“Y sobre la señorita Coral…” 

“Me pondré en contacto con ella directamente.” 

Rosa tomó su teléfono, quien no había vacilado ni un segundo al abrir el informe de ADN, ahora dudaba. Jennie la míró fijamente, “¿Temes que te reproche?” 

“Un poco…” 

Rosa sonrió amargamente, recordando lo abrupta que había sido al despedir a sus invitados aquel día. Sin embargo, tenía que confirmar lo necesario. 

No demoró más y marcó el número, su voz era suave pero llevaba una tensión que nunca antes había tenido, “Cloé, ¿estás ocupada? La última vez mencionaste que perdiste el único recuerdo que tu madre te dejó, ¿puedes decirme qué era?” 

As a 


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.