Heredera divorciada Novela de Juliany Linares

Chapter 37

Haría cualquier cosa por usted.

la sorpresa de todos los presentes era nias que evidente, incluso Jack, quien resultaba ajeno a todo y a todos, quedo atónito con la noticia que estaba dando Alexander en el escenario,

Sicl salón hubiese estado en completo silencio, se hubiera escuchado el adeo colectivo.

Los ojos miel con verde deltal Alexis, se cruzaron con los mios y un escalofrio recorrió mi cuerpo. Me alerré al brazo de Paul recuperando la fuerza que amenazaba con abandonar mi cuerpo y no entendia por qué.

las preguntas comenzaron a rondar por mi cabeza sin apartar mi vista de aquel hombre en silla de ruedas, y mientras más pensaba, más me estremecia.

¿Por que nunca supe de su existencia?

¿Por qué lo ocultaron hasta este momento que acaba de despertar?

¿Qué fue eso tan grave que le ocurrió para terminar de esa manera?

¿Por qué ese desconocido me defendió de aquella manera de su propia hermana?

Y lo más desconcertante.

Si estuvo en coma por trece años, ¿cómo es que se sabe mi nombre y mi verdadero apellido?

Mi verdadero apellido!

Ni siquiera Alexander lo sabia, y aunque se lo solté la primera vez que lo vi hace años, por los nervios de ser atrapada por mi escolta en la carrera clandestina, el nunca lo recordo y no es de extrañarse viniendo de Alexander.

Mis piernas por poco llaquean, al recordar el momento que Alexis llegó hasta mi para saludarme con su voz temblorosa, como si le

costara hablar. Pero, si tanto le costaba pronunciar palabra alguna, ¿cómo hizo para reprender a Gina hace un momento?

Aunque lucia tan frágil y tierno, tenia un carácter fuerte y de poder, podia decir que superaba al mismísimo Alexander, pues fue capaz de poner a Gina en su lugar con la intención de defenderme.

Habia algo en el que me dejaba cierta sensación de intriga e inquietud, me encontraba tomada por un sentimiento poderoso de angustia mezclado con sorpresa, me resultaba imposible apartar la vista del misterioso Alexis Lancaster.

– No entrare en detalles, pues es la vida privada de la familia Lancaster. No obstante, aprovecho esta noche tan importante, para presentarlo ante los medios y anunciar que, en cuanto se recupere, será parte de Lancaster Collection. Están viendo el rostro del próximo vicepresidente. Aplausos, por lavor. - sall de mi ensenismamiento cuando todos aplaudieron conmocionados por la bomba que acaba de lanzar Alexander, dandole a los medios mucho de que hablar.

Esto nadie lo esperaba.

– Sari, cariño, nos vamos? -corte el contacto visual con Alexis al escuchar la voz tranquila de Paul y lo mire pensativa.

Ahora que lo pensaba mejor, no estaba segura de que sea buena idea ir a la cita con Paul ahora que habia mucho en riesgo, sabiendo que Alexis me conoce muy bien, tenia que hacer algo al respecto antes de que sea demasiado tarde, tenia que decirselo a mi padre, porque la única solución que le veo a esto, es adelantar la presentación de la heredera Doinel ante los medios, necesitaba quedarme para

buscar un arreglo, pero lampoco queria hacerle tal desplante a Paul justo cuando accedi a salir con él sin rechazarlo.

SI, sl. Jack, debo irme, por favor me informas si llega la propuesta de Lancaster Collection. -ie informe a mi asistente y me detuve cuando estuve por irme con Paul. Me acerque a Jack, lo suficiente para que nadie escuchara lo que estaba por decirle. -El gemelo de Alexander, sabe mi verdadera identidad, esto puede ser perjudicial para los planes de mi padre, intenla averiguar algo sobre ese hombre, què paso para que lerminara en coma por trece años, donde ocurrió, por qué lo ocultaron o cómo sabe mi apellido, que intenciones liene, jalgo! Necesito información. Te pido que le informes a mi padre sobre esto y que averigue si los Lancaster ya están enterados sobre esto. los ojos Oscuros de Jack me miraron con preocupación y le hice una seña para que guardara la calma para no llamar la atención

Sra. Sarah, esa es una mala noticia, el Sr. Doinel es el que debe soltar la noticia de su heredera, no serla conveniente que los medios sronteron por terceros. In ini opinión, deberia hablar antes con su padre y yo tuscaré información sobre ese señor, sabe to intraproducente que puede ser eslo. – coincidla con la opinión de Jack, sería muy imprudente de mi parte inje y dejar todo vuelto un

caos, arriesgando los planes de mi padre y su prestigio.

Le di un rapido vistazo a Paul, quien me esperaba despreocupado ajeno al desastre que debla detenerlo más pronto posible.

ALOR

apenas

Detrás de Paul divise el cuerpo de mi padre accicandose a la mesa junto a mi madre y le hice und son para que puso sus ojos en mi.

– El Sr. Lancaster no deja de sorprenderne, es una caja llena de sorpreses, un hermo

meto yndirlo stil, que bien lo oculto.

-dijo mi padre al llegar a mi lado y recupere mi postund.

– Bueno, no es tan diferente a nosotros. dije retinendoine ao bien que acull.do sua despues del qur’anirniron secuestrarme. Muchos decian que su heredera ha estado todo este tiempo en Alemana, otros en que la transpard.d.cnn.de sus propiedades sin poder salir y lo ultimo que se Scho fue que estaba en un convento de mon. (wantam.pnon. Mi padre me miro conto si hubiera dado justo en el clavo. Sin mas rodeos, le solte la noticia que se debuersolver. Acus ibemdentidad. NOY como, jamás lo habia visto en mi vida, fui esposa de su genelo, y no supe de su existencabut..hona! Nu vlucIÓN comenzaba. solocarme, tanto, que por poco levantaba la voi.

Mis padres se alarmaron enseguida y no supe que hacer, venlique de cierto modo era miculp.l, pero no entendianda, toda esta

situación es muy conlusa, solo hablando con Alexis podiu saber como supo m

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mbo, mostro

Mi madre se sento en la silla como si de pronto la lucha en sus pernas s hubieresdum.do, mi padre

e

imperturbable, aunque no podia disimular la sorpresa en su rostro.

-¿Como lo sabe? Acaba de decir que estuvo liece anos en estado de coma, cestas vigura de lo que ratas diciendo? preguntom padre impacible, antes de tomar una copa de champagne de la bandeja que llevaba un meselo en su mano,

– Estoy segura, y no tengo idea de como lo sabe. Le ordene a Jack que lo investigard, no me siento muy comoda con la situación y mas siendo un integrante de la familia Lancaster. – dije en voi baja cuando algunas persons pasron por nuestro lado,

– Muy bien. ¿Sabes lo que esto signilica, Sarah 7 Tenemos que adelantar los planes, no podemos espera allanamiento de la primera colección de Doinel con la colaboracion.-mi padre solto aquello que habia pensado deue un principio y solte un suspiro

cansado. Miró a Paul, dandose cuenta que seguia de pie’ a una distancia prudente, un meterse en nuestra conversion. Sé que tienes

una cita con Paul, pero lo mejor en este momento es posponeila, al menos hasta que podamos averiguar o resolver algo llegando Jun acuerdo. No podemos permitir que la información se revele por terceros, no sabemos con que intención y de que manera lo harian, es una tarea que me corresponde. -asenti con mi cabeza estando totalmente de acuerdo con mi padre.

– Se lo dire a Paul. dije sin tener más opciones por los momentos.

— Ello entenderá, no es algo que se pueda tomar a la ligera. -dijo mi padre cuando pase por su lado.

Llegué hasta Paul y sonrió de medio lado al verme.

– No puedes irte aún. – solio Paul, antes de que le dijera una sola palabra, sonando mas como una atiniacion.

– Paul, surgieron algunos imprevistos que se debe resolver antes de marcharnos. Podenios dejarlo para más tarde oinananatal “z.

-Paul tomó una bocanada de aire y me senti mal por lo que estaba haciendo, pero no tenia más opciones, no podiame convo si nome

importaia la situación en la que me encontraba y en la que dejaba a mis padres.

– lo entiendo. ¿quieres que me quede? -preguntó despues de unos segundos en silencio. Aunque le habla cambiado todos los planes, no parecia enojado, más bien me comprendla y no se oponia on lo absoluto.

– Claro, sigues siendo mi acompanante esta noche. Paul asintió con una sonrisa y las ganas de abrazarlo ne emburgaron, lera

Ian bueno conmigo en muchos sentidos, segula siendo ese amigo ukondicional a pesar de nus desplantes.

No le dimas vueltas y me lancé a sus brazos pura lundienos en un abrazo que me devolvio la lueta y confianza que crei haber

perdido.

Sin consultarlo con mi padre, me acerque al lugar donde estaba Alexis después de bajar del escenario con su hermano, para mi mala

suerte, no estaba solo, Alexander seguia con el mientras saludaban a los invitados que mostraban lo asombradus que estaban con la

Holicia.

No fue hasta que Alexis se diu cuenta de mi presencia que se alejo de Alexander sin que se diera cuenta para quere se. M onta si Jupitra que estaba ahl por el.

Tomo un sorbo de mi copa de champagne, que me servi antes de abandonar la mesa del equipu Domel, en un intento por catalm Barniduon la luce bebida.

No anuite la vita de sus ojos en ningun momento yuuando estuvo su silla frente a inl, solle las primeras preguntas sin

anestesia.

-¿Cómo sabe mi nombre? ¿Donde lo ha averiguado? O es que me ha estado investigando 7 ¿Se lo ha dicho a su familia? – pregunté mostrándome tranquila, aunque por dentro memoria de curiosidad y pánico por la información que tenia.

Se relamio los labios antes de abrirlos para hablar con cierta dilicultad, conservando el brillo en sus ojos que parece no abandonar

jamas.

– Usted es Sarah Doinel. Y no, no la he investigado. acaso no recuerda que me lo ha dichol-frunci mi ceno sintiendome más

confundida de lo que estaba hace un momento.

¿En qué momento se lo dije? No tenia nla más minima idea de su existencia, como se lo iba a decir?

Amenos que en su estado de coma, alguna fuerza paranormalle baya mostrado un panorama de su familia y lo que esta hizo con la

heredera de Leonardo Doinel.

No, hasta en mi cabeza suena totalmente absurdo, ¿qué tonterias estoy pensando7 Estoy enloqueciendo.

Entonces, yo se lo dije. ¿Su familia lo sabe? -volvi a preguntar antes de tomar otro trago de mi champagne, manteniéndome serena, no podia perder la poca cordura que me queda, y es que,

mientras más hablaba con Alexis, mas escalofriante se volvia el

tema.

– No, por alguna extraña razón se refieren austed como Sra. Pulit y yo prefiero no mencionar algo que ignoro. ¿Esta usted casada?

-preguntó, mientras miraba disimuladamente mis dedos en busca de un anillo de matrimonio, pero lo único que tenia eran las joyas

que mi madre escogió para esta noche y que combinaba con mi vestido. Solté una risa sin gracia por su pregunta,

¿Es que su familia no se lo ha dicho?

¿No sabe que estuve casada con Alexander?

Por otro lado, me aliviaba saber que no ha dicho nada sobre mi verdadero apellido, aunque aún no me decia como es que lo

sabe.

— Alortunadamente, no. -dije antes de ponerme a su altura para hablar sin que nadie pudiera escucharnos. Mis Cosas nasales

fueron inundadas por el exquisito y caro perfume varonil que de pronto se me hizo extrañamente lamiliar. –Me quiere guardar un

secreto? Nadie debe enterarse que mi apellido es Doinel, le juro que es por una buena causa, ¿haria cso por mi? -Susurré cerca de su

rostro con mi vista en su mirada miel con verde que ele escudriñaban en silencio y mi piel se erizo cuando sus ojos vacilantes se clavaron

en mis labios por unos segundos, a pesar de ello, no nie alejé de Alexis y el no parecia querer moverse ni un poco.

– Harla cualquier cosa por usted. –Susurro de la misma manera que yo, volviendo a mirar mis ojos y una sensación de hormigueo se

alojo en mi pecho.

No confiaba en lo absoluto en los Lancaster, pero algo dentro de mi me hacia confiar en su palabra y si no me equivocaba con aquel presentimiento, podrla averiguar pronto como supo mi apellido, porque estoy cien por ciento segura que jamás se lo he mencionado, ni siquiera en sueños, tenia que haber algo detrás de todo esto.

Recupéré mi postura alejándome de su rostro y con una sonrisa desde arriba le extendi mi mano para que la estrechara, me estaba presentando aunque el sabe mi nombre y yo el de el.

– Soy Sarah Petit. –me presente con el apellido de mi madre, el que nadie sabla, pues para todos ella es Joelle Doinel.

:- Alex. -estrechó mi mano con la suya con una sonrisa de medio lado y un calor recorrió ni mano hasta alojarse en mi nuca, trague en seco sintiéndomie nerviosa sin saber exactaniente por qué. - Alexis Lancaster.